¿Patinaje Sobre Hielo En Cuba?

¿Patinaje Sobre Hielo En Cuba?

Conoce todos los detalles de patinaje sobre hielo en Cuba. 

Parece un ensueño, pero en éste mes de mayo el Malecón Habanero tendrá como sorpresa una pista de patinaje sobre hielo.

En el marco de la XII Bienal de La Habana, el artista neoyorquino Duke Riley instalará esta pista en el área ubicada en las céntricas calles Belascoaín y Malecón. Esta empezará a funcionar a partir del  24 de mayo.

Bueno, es verdad que no será hielo propiamente dicho. La pista de unos 8.5 metros por 25, es una serie de láminas de un material que posee similares características que el hielo, pero no se derrite con el calor.

Un espacio para la experimentación

Riley, de visita ya en la capital cubana para ultimar detalles, planea realizar durante la Bienal eventos como partidos de jockey o una discoteca de patinaje. Junto a la pista, el equipo del artista traerá 200 pares de patines para poner a disposición de niños y adultos.

Las pistas de hielo en Cuba no son completamente nuevas. Entre 1933 y los años 50 funcionó una en el Palacio de Los Deportes, en la zona donde hoy está la Fuente de la Juventud.

Y hubo un equipo de hockey cubano llamado Los Tropicales, que llegó a competir en una liga de Miami. También en los años 40 y 50 la nobleza local, como la Condesa de Revilla Camargo, contrataba compañías estadounidenses de patinaje sobre hielo en su palacete de El Vedado.

El artista tiene como norma jugar con el absurdo, por lo que la idea del patinaje bajo el sol le resulta interesante. Aunque la idea del patinaje sobre hielo no fraguó en el pasado, quizás ahora gane la popularidad de otros deportes como el béisbol y, el fútbol y el hockey.

Cruzando fronteras con arte

Riley ya realizó un performance el año pasado llamado “Comercio con el enemigo”. Durante él, 50 palomas volaron de La Habana a Cayo hueso, llevando arreos con tabacos Cohíba y cámaras de video que filmaron el vuelo.

Duke Riley ha realizado obras y proyectos en muchos diversos países, entre los que sobresale la réplica en Brooklyn del submarino que mandó a construir George Washington para atacar a los barcos ingleses. En un futuro, ya tiene proyectos con los museos de Queen, Brooklyn y Cleveland.