El Big Ben de Londres y su historia desconocida
Es el monumento emblemático de Inglaterra y la estrella londinense
La construcción del Big Ben finalizó en 1859 como torre del reloj del Palacio de Westiminster. Actualmente está en restauración.
La campana suena en ocasiones especiales como la entrada del año o fechas conmemorativas.
Si bien siempre se habla del Big Ben como la torre del reloj del Palacio de Westminster, en realidad se llama Elizabeth Tower en honor a la reina. Y en realidad la campana es la que está oficialmente bautizada como Big Ben.
Por otra parte, el nombre se debe a la parte de Big (grande) porque la campana pesa 16 toneladas y mide más de 2 metros de altura. Y Ben en honor a Benjamin Hall, comisario de Obras Públicas desde la etapa final de la construcción de 1855 a 1858.
Historia
En cuanto a la historia del reloj no empezó nada bien ya que existieron una variedad de problemas durante la construcción, desde los materiales que llegaban tarde y que el presupuesto no les daba. Una vez que se solucionó esto, se dieron cuenta que la torre era demasiado pequeña para el tamaño del reloj. De hecho la campana se rompió el día después de la primera prueba. Así como también tuvieron que cambiar dos veces la manecilla de lis minutos porque pesaba demasiado para moverse correctamente. Pero pese a estos inconvenientes la construcción fue muy limpia. La Elizabeth Tower se construyó de dentro para afuera, al contrario que la mayoría de los edificios, por lo cual los andamios quedaban en la parte interna de la torre.
Algo importante a destacar es que se necesita mucha fuerza para hacer sonar el Big Ben ya que el badajo que la hace sonar pesa 200 kilos.
También cabe señalar que hay dentro, no solo una campana sino cuatro más para tocar los cuartos de cada hora. Cada una de ellas entona una nota :Mi, Fa Sostenido, Sol Sostenido y Si.
Asimismo se habla mucho de la campana, pero el verdadero protagonista de las fotos es el reloj. Hay cuatro. Uno en cada cara de la torre y están perfectamente sincronizados. Cada uno mide 7 metros de diámetro y está formado por 312 piezas de cristal. Aunque lo más impactante es el tamaño de sus manecillas. El minutero mide 4,3 metros y el horario 2,8 metros.
Por otra parte todas las caras del reloj tienen una inscripción muy británica hecha con oro. Pone: “Domine salvam regiman nostram victoriam primam”, lo que significa: “Señor, mantén a salvo a nuestra reina Victoria I” en Latín.
En cuanto al mantenimiento, tres veces por semana hay que subir a controlar que todo vaya bien. Después de un siglo y medio, algo tan simple como cambios a presión atmosférica pueden afectar el funcionamiento. Para llegar hasta el reloj hay que subir 334 escalones, por eso una de las reformas previstas actuales es la instalación de un ascensor.
Y algo muy anecdótico es que se tarda un total de 5 horas para adelantar o atrasar la hora de los relojes de las cuatro caras de la torre. Dos veces al año, los cinco encargados de mantener el reloj en turno en hora hacen turno de noche. No solo mantienen el Big Ben, sino que además, dentro de la casa del Parlamento hay 2000 relojes más que poner en hora.