Una de las fronteras más curiosas del mundo
¿Sabías que puedes tomar un café en Holanda sentado en Bélgica? Así de confusa es la frontera entre Bélgica y los Países Bajos
En la ciudad de Baarle-Nassau (en el lado holandés) y Baarle-Hertog (en el lado belga) se encuentra una de las estructuras fronterizas más complejas del planeta.
A simple vista no es fácil diferenciar ambos territorios, sin embargo si uno se fija en las marcas de la calle, podrán observarse cruces blancas con los acrónimos "NL" y "B" refiriéndose a Países Bajos y Bélgica respectivamente.
Uno de los datos más curiosos, es que esta frontera llega incluso a dividir un comercio o casa, por lo que dependiendo en qué país se encuentra la puerta de entrada, paga diferentes impuestos.
¿Un dato aún más llamativo? Existe una casa que su puerta de entrada está en el medio de la frontera, por lo que tiene dos números con las banderas de cada país e incluso dos timbres, la casa de la calle Loveren es la número 2 del país belga y al mismo tiempo la número 19 del país holandés.
Estas diferencias suceden con miles de otros asuntos, por ejemplo, en Bélgica la edad legal para beber y comprar alcohol es a los 16 años, mientras que en Holanda es a los 18 años, por lo que los jóvenes holandeses cruzan y compran bebidas alcohólicas sin ningún tipo de inconvenientes en las tiendas belgas. Lo mismo ocurre con los medicamentos, en las farmacias holandesas se permite la venta de medicamentos sin receta, no así en las farmacias belgas.
¡Cruzar la calle de un lado al otro según las ventajas y leyes que existen en los diferentes comercios de ambos países es muy habitual para los habitantes del lugar!
Más allá de las cuestiones gubernamentales y las diferencias legislativas, esta ciudad atrae cada año miles de turistas que visitan la localidad principalmente por su gran atractivo fronterizo.