Viajar, sin abandonar la dieta sana

Viajar, sin abandonar la dieta sana

No por hacer turismo debemos descuidar la salud. Te presentamos ciudades donde el buen comer está al alcance de la mano 

Ya sea que viajes por negocios o por placer, la experiencia de viajar es alucinante. No solamente por el hecho de conocer diferentes culturas, probar nuevas comidas, explorar y vivir aventuras dignas de reportaje, sino porque también se convierte en un ejercicio que te regala nuevos significados en tu vida. Pero el desafío es cómo comer en forma saludable.

Hay que tener en cuenta que tanto los aeropuertos como los desayunos de hotel, las salidas a restaurantes y comidas de avión no colaboran para llevar adelante una dieta sana. Aparte, uno viaja y quiere conocer la cultura gastronómica de otros países. De todas formas reconocidos nutricionistas explican que es posible viajar y alimentarse sanamente. Ya que comer sano no significa pasarlo mal. Para ello es importante seguir algunas recomendaciones según el destino elegido. A continuación:

  • Singapur: es una de las ciudades del buen comer tanto en comida callejera como cenas refinadas. Lo bueno es que siguiendo la moda se han instalado una serie de lugares que ofrecen cocina saludable.

Entre estas se destaca Grain Traders que tiene dos locales donde se sirven boles de cereales con verduras, protéinas y carbohidratos opcionales a elegir entre diferentes opciones. El “hibaro” es el más exitoso. Otro punto saludable es el "Aloha Poke" en Amoy Street con un toque hawaiano y Ninja Bowl de influencia japonesa en Duxton Road.

  • Budapest: la carne es muy típica en la gastronomía húngara e incluso ciertos paltos que son denominados vegetarianos son elaborados con szalonna que es una especie de panceta ahumada. Pero en los últimos años han surgido restaurantes, cafés, y bares veganos por toda la ciudad. Uno muy recomendado es Vegan Love en el Bulevar Bartok Béla, donde si hay variedad de hamburguesas y salchichas realmente veganas con ingredientes saludables combinados con boniatos, remolachas, crema de rábano picante, pipas de calabaza, etc. 

También Napfényes Restaurante and Pastry Shop, uno de los locales preferidos de los veganos por sus pizzas y hojaldres. Ahí también conviene probar el goulash húngaro vegano.

  • Perth, Australia: cocina de inspiración aborigen. Los chefs de esta zona, van más allá de la moda de los ingredientes locales de temporada y reinterpretan platos aborígenes con originalidad. Nada de canguro asado, ni té al eucalipto, sino que emplean plantas suculentas, algas, frutas y hierbas aromáticas autóctonas. Incluso hojas de árboles.

Los platos curados, deshidratados, fritos o crudos son ricos, crujientes y saben a la naturaleza aborigen. Se recomienda para cenas refinadas en la ciudad, acudir a Wildflower, donde se luce el tartar de emu con ceniza de cebolla, maridando con quandong (melocotón silvestre), con pechuga de pato. También con diferentes cócteles con fragante mito limón y semillas de acacia australiana.

Por otro lado, también se puede visitar el Varnish on King, en el centro de Perth donde se puede comer codillo de cerdo glaseado con arce y bayas lilli pilli ácidas. Otro restaurante es The Standard en Northbridge donde se sirve trucha oceánica a las finas hierbas con notas florales

  • Estocolmo: comida ecológica. Existen muchos locales en la ciudad especializados en productos sostenibles y cada vez es más fácil encontrar comida vegana. El día puede comenzar en Hälsocafet con un desayuno a base de frutas como açai, pitaya y acerola.

Se puede seguir con un almuerzo de ensalada al gusto y para el café se puede probar diferentes versiones alternativas de los clásicos modernos. 

También está The Plant en Skanstull, un local 100 % vegano y vegetariano. Y para la cena Stochholm Raw en el barrio de Hornstill que se especializa en sopas, ensaladas y dulces light

  • Atenas: una ensalada griega. La versión clásica que lleva tomate, pepino, aceitunas, queso en feta y aceite de oliva denominado horiatiki es un plato básico típico del país. Uno de los restaurantes para probarlo es el Mana’s Kouzina en Monastiraki, donde además los amantes de las ensaladas descubrirán especialidades regionales, incluidas la mavromati de judías, la panzaria de remolacha y la lachano karoto de tiras de zanahoria y col.

Otros platos que se destacan son el "pasteli", que es la antigua barrita energética griega elaborada con sésamo y miel. La misma se vende también en Pnyka Bakery. Además en Syntagma, Malotira en el barrio de Plaka se ofrecen las mejores delicatesen de Grecia y variadas muestras de excelentes aceites de oliva del país.