7 Consejos para viajar con niños

Siempre genera un poco de inquietud cuando estamos por incluir a los pequeños de la casa en las vacaciones. Pero aunque puede dar un poco cabeza, la compañía de los niños y ver como ellos se maravillan y relacionan con el mundo es parte importante de su educación. Además que siempre se disfruta mucho con ellos.

Estos sencillos consejos harán más fáciles tus vacaciones en familia y evitarán meterse en problemas.

No tengas miedo

Millones de infantes viajan cada año por el mundo con sus padres. Si los demás pueden, tú también. Es solo cuestión de tener paciencia y adaptar el ritmo: viajar juntos enriquece a toda la familia.

Una luz no está de más

Un gran problema para los niños (y también los adultos) es dormir en ambientes que le son extraños. Es entonces una buena idea empacar una de esas luces nocturnas que se enchufan a la corriente, para guiar a todos al baño.

Déjalos interactuar

En muchas ocasiones los niños se entienden perfectamente entre ellos sin que la barrera del lenguaje sea un problema. Deja a tus hijos interactuar con otros niños en parques, playas u hoteles: no importa si son locales u otros niños viajeros, le ayudarán a descubrir el mundo.

Viajar es educar

No pierdas la oportunidad de que tu hijo aprenda sobre la marcha. Cuando los pequeños se enfrentan a una maravilla nueva, preguntarán. Historia, biología, geología, idiomas, cultura, arte… los viajes son una fuente maravillosa de educación.

Medicamentos de emergencia

Si tus hijos tienen alguna condición médica no puedes olvidar llevar provisión suficiente para el tiempo de viaje. Asimismo, ten en cuenta las condiciones del destino: si hace frío los pequeños pueden acatarrarse, si a comida es exótica puedes esperar problemas estomacales.

Identifícales apropiadamente

Tengan la edad que tengan, asegúrate que en caso de que se pierdan pueden localizarte de inmediato. Una pulsera con su nombre y tu número de teléfono no puede hacer daño. Al menos, pide una tarjeta del hotel y escríbele por detrás tus datos de contacto.

Los niños no son de cristal

Contrario a lo que se piensa, los niños no se rompen. Son más resistentes a veces que los adultos y despliegan un nivel de energía inagotable. Déjalos divertirse, no les pongas horarios rígidos, comparte con ellos nuevas aventuras y déjales hacer, sin perderles de vista.