Las mejores 7 travesías en tren

El destino es el viaje

Muchos consideran que el verdadero sentido de viajar no es llegar precisamente, sino la travesía. Esto es una gran realidad en cualquiera de estas ocho rutas ferroviarias, un medio de transporte que hizo y hace aun historia y está rodeado de un hálito de misterio y romanticismo.

Tren a las Nubes

Desde Salta del Viaducto La Polvorilla en Argentina, este trayecto es el más alto del planeta con solo 217 kilómetros pero a 4.200 en el punto más elevado del cruce de los Andes. Cuesta creer que se construyó en la década de los 30 del siglo pasado y no es apto para gente con vértigo. 

Ferrocarril Transandino

Desde Guayaquil hasta Quito, 450 km, el Transandino visita en su ruta nada menos que 10 volcanes. Pero su punto más sorprendente es el cruce de la Nariz del Diablo. Cuenta con excelente servicio y precios muy económicos..

Ruta de la Seda

El Golden Eagle Express, un hotel de lujo sobre ruedas de hierro, sigue la mítica ruta de Marco Polo a través de 18 días entre Moscú y Pekín. Durante el viaje visita las ciudades-oasis más famosas y los desiertos más bellos de Asia Central.

Bergensbanen

Considerado el trayecto en tren más bello del mundo, une las ciudades de Oslo y Bergen. El paisaje de sus 500 km está lleno de ríos, glaciares, montañas, torrentes de agua, nieve y fiordos.  Cualquier época del año es una fiesta para la vista. 

Easter & Oriental Express

Esta ruta enlaza a Bangkok con Singapur a través de la península malaya. Un paisaje de arrozales, bosques de palmeras y selvas tropicales en un tren de lujo: solo 132 pasajeros en 22 vagones, acomodados como en un hotel 5 estrellas. 

Nouadhibou – Zouérat

Este es el tren más largo del mundo, desde Noadhibou, en la costa norte de Mauritania, hasta la ciudad minera de Zouérat, en la parte más oriental del país. Lleva más de 200 vagones, con cerca de cuatro kilómetros de convoy  y permite experimentar el Sahara como ningún otro medio. 

Transiberiano

De Moscú a Vladivostok, el trayecto de 9.289 kilómetros a través de la estepa rusa dura casi siete días. A lo largo de este se conoce mejor la cultura rusa como en ningún otro lugar. Se recomienda parar en Novosibirsk e Irkutsk y visitar el Lago Baikal.