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Más que sitios lúgubres, estos cementerios son verdaderos museos al aire libre donde o bien se celebra la vida de personajes ilustres o se recuerdan grandes acontecimientos históricos. Pero todos resaltan por todo el arte y la arquitectura que les adornas y les hacen dignos de una visita.
Cementerio alegre de Sapantza (Rumanía)
En esta aldea rumana se toman la muerte como una forma de celebrar la vida. Las tumbas están engalanadas de coloridas pinturas naif y epitafios celebrando con alegría al difunto. Sus 800 lápidas con cruces de madera de roble son obra del difunto artista local Stan Ioan Patras.
Cementerio americano de Normandía, Colleville-sur-Mer (Francia)
El desembarco del Día D está inmortalizado en este cementerio de 70 hectáreas. Ubicado sobre un acantilado con vistas a la playa de Omaha y al Canal de la Mancha, alberga los restos de 9.387 militares estadounidenses muertos en la Segunda Guerra Mundial.
Cementerio de Staglieno, Génova (Italia)
Aquí los difuntos no son tan relevantes como las esculturas y obras de arte. Situado sobre una colina, el Staglieno se inauguró en 1851, bajo el diseño del arquitecto Carlo Barabino. Sus jardines tienen incluso una copia del Panteón de Agripa.
Cementerio de Highgate, Londres (Reino Unido)
Este camposanto del siglo XIX conserva los restos de grandes como Karl Marx, George Elliot, Michael Faraday o Charles Dickens. Fue rescatado en la década de 1980 por los ciudadanos y es uno de los mejores paseos de la capital londinense.
Cementerio Nacional de Arlington, Virginia (Estados Unidos)
Este cementerio militar a orillas del río Potomac resguarda veteranos de todas las guerras, desde la Guerra de Independencia hasta las batallas más recientes. Visita la tumba de John F. Kennedy, la del soldado desconocido y el monumento a Iwo Jima.
Cementerio Père-Lachaise, París (Francia)
Este lugar es famoso por ser la última morada de personajes ilustres como Jim Morrisson, Oscar Wilde o Delacroix. A pesar de ser el cementerio más grande de Francia los parisinos lo consideran un parque de 43 hectáreas, 70.000 tumbas y 5.300 árboles.
Necrópolis Cristóbal Colón, La Habana (Cuba)
Esta verdadera necrópolis, Monumento Nacional, tiene una extensión de 57 hectáreas plagadas de esculturas y obras de arte funerario. Su puerta de mármol de Carrara de fantásticas dimensiones que impacta. Es considerado el segundo más bello del mundo, solo superado por el Staglieno.
Antiguo Cementerio Judío, Praga (República Checa)
En él tumbas casi están una sobre otra. Estuvo en uso desde el siglo XV hasta 1787 y no hay un cálculo exacto de cuantas personas están enterradas en sus 12 capas de tierra. Se estima que en las 12.000 tumbas visibles reposan alrededor de 100.000 judíos.
Cementerio de La Recoleta, Buenos Aires (Argentina)
Emplazado en el barrio del mismo nombre, este lugar es toda una obra de arte. Alberga a todos los ilustres de la Argentina, entre callejones de mausoleos y panteones ricamente decorados. Sus avenidas terminan en la rotonda central, coronada por una escultura de Cristo.
Cementerio Central de Viena (Austria)
El Zentralfriedhof es el segundo camposanto más grande de Europa, solo detrás del de Hamburgo. Tiene una superficie de 2,5 kilómetros cuadrados, con tres millones de inquilinos: algunos de los más ilustres son Beethoven, Schubert, Salieri, Brahms y Strauss.